La credibilidad de Amparo Folgado y del PP están en juego el próximo 17 de junio en caso de pactar con VOX y gobernar con un ‘pacto de perdedores’ que tanto ha criticado en los últimos ocho años
El próximo 17 de junio Torrent conocerá quién es su próximo alcalde para los próximos cuatro años. Por primera vez en la historia de la democracia puede darse la situación de que no gobierne la fuerza con mayor representación: el PSOE consiguió en las urnas 10 concejales por los 9 del PP, 4 de VOX y 2 de Coalició.
Los buenos resultados de Jesús Ros, que confirmó su progresión en las urnas con 15.155 votos (1.135 más que en 2019 y 3.851 más que en 2015) y ser la elección preferida por los torrentinos y torrentinas, pueden ser insuficientes para gobernar la ciudad si, como todo apunta a que así será, Amparo Folgado falta a su palabra y la de su presidente Feijóo y acaba pactando con VOX para entrar al Ayuntamiento y ‘okupar la silla’ del alcalde Jesús Ros.
Así pues, el 17 de junio está en juego el futuro de los torrentinos y torrentinas, pero también está en juego la credibilidad de Amparo Folgado y del Partido Popular.
Desde 2015, año en que PP y PSOE empataron a 9 concejales en los comicios locales y un acuerdo de investidura -completamente legal y legítimo y que reflejaba el sentir de cambio que pedía el pueblo- con Compromís y Guanyant hicieron alcalde a Jesús Ros, la candidata popular -que perdió 5 concejales con respecto a 2011- ha venido pregonando que a ella le correspondía ser la alcaldesa y que si no lo había sido era solo por un “pacto de perdedores”.
Amparo Folgado reflexionaba en una entrevista sobre que debía gobernar la lista más votada en Torrent y no existir pactos: “Algunas personas en 2015 me planteaban: ¿Por qué el Partido Socialista, siendo vosotros la fuerza más votada, no ha optado por daros la alcaldía? En ese sentido es una oportunidad que se perdió”.
Con este discurso como antecedente y los resultados de las urnas del 28 de mayo, donde el PSOE consiguió un concejal y 1.719 votos más que la segunda fuerza más votada, el Partido Popular, el alcalde Jesús Ros le ofrece la posibilidad a Amparo Folgado de cumplir con su palabra: “Ahora tiene la posibilidad de ser creíble, de que se cumpla lo que ha venido vendiendo a los torrentinos y torrentinas los últimos ochos años y hasta el 28 de mayo. Ahora tiene la oportunidad de renunciar a un ‘pacto de perdedores’ y dejar que gobierne la fuerza más votada por nuestros vecinos y vecinas. Depende de su credibilidad y la de Feijóo, porque cualquier otra cosa demostrará que no tiene credibilidad y que ha estado engañando a los torrentinos y a las torrentinas”.
El ‘pacto de perdedores’ que persigue a Amparo Folgado
A lo largo de los últimos ocho años Amparo Folgado ha mantenido una idea fija en su discurso, que también ha estado presente en su vídeo autopromocional de campaña en 2023: “En 2015 ganamos las elecciones pero un pacto de perdedores nos envió a la oposición y muchos creíais que me iba a ir del Ayuntamiento”; incluso la ha llegado a utilizar para atacar a Pedro Sánchez cuando fue investido presidente del Gobierno en 2018: “No quieren ver cuál es la finalidad del Sr. Sánchez: simplemente coger la silla. Conseguir el poder, una silla, que le permita ser presidente sin haber sido elegido por el pueblo. Una fórmula que suelen utilizar los dirigentes socialistas cuando no ganan las elecciones, simplemente difamar al ganador y usurpar lo que por derecho y decisión ciudadana le otorgan y conseguir pactos de papel con otros perdedores”.
Amparo Folgado ya hacía referencia por aquél entonces a cuál era su propia, verdadera y única ambición: “simplemente coger la silla”, como dejó claro en un vídeo electoral en el que difamaba la figura del alcalde Jesús, una estrategia del insulto y la mentira que fue muy criticada por los torrentinos y torrentinas.
“Tengo la convicción de que la palabra en política es lo más importante”, sentenciaba en otro de sus vídeos de autobombo que circulaban por las redes mientras ella se mantenía alejada de las calles de Torrent. Ahora tiene la oportunidad de demostrarlo. Su credibilidad está en juego.